El dracma, la moneda griega antes del euro

¿Has oído hablar del dracma? Seguro que sí, en especial si tienes más de 30 años y vives en Europa. El dracma fue una moneda utilizada varias veces en Grecia, hasta la llegada del euro, en 2001. Tiene una historia muy larga e interesante y debe ser una de las monedas más antiguas del mundo, así que hoy vamos a conocer algunos capítulos de este recorrido.

El dracma se remonta miles de años, pero no hay que confundirse pues no se ha utilizado de manera ininterrumpida. Eso sí, desde la primera mitad del siglo XIX tres versiones modernas del dracma han aparecido en el país, hasta que finalmente Grecia pasó a integrar la Unión Europea y a compartir moneda con el resto de los países del bloque.

El dracma antiguo

Podemos dividir la historia del dracma en dos, el dracma en la antigüedad y el dracma moderno. ¿De dónde viene el nombre? Parece que el nombre mismo de la moneda tiene que ver con lo que puede ser sostenido en la mano, drássomai, o por lo menos eso hacen suponer algunas inscripciones en tabletas antiguas, del año 1100 a.C,que hacen referencia a un puñado de seis varillas de metal (cobre, bronce o hierro), llamado a su vez obolio.

Tiempo después se convirtió en el estándar de plata de la mayoría de las monedas acuñadas por los antiguos griegos. Después, cada moneda tenía su propio nombre según fuera en Atenas o en Corintio, por ejemplo. Sí, cada ciudad tenía su moneda con su propio símbolo y la equivalencia entre ellas estaba dada por la cantidad y calidad del metal con el que estaban hechas.

Entre las ciudades antiguas que usaron el dracma están Alejandría, Corintio, Efeso, Kos, Naxos, Esparta, Siracusa, Troya y Atenas, entre muchas otras. En algún momento del siglo V a.C la moneda ateniense conocida como cuatro dracma era ampliamente conocida y utilizada. Hablamos de antes de Alejandro Magno.

El dracma era acuñado con distintos pesos, según la casa de la moneda que participara del proceso. El estándar, empero, que terminó popularizarse, fue el de 4.3 gramos, usado más en Ática y Atenas.

Más adelante, de la mano de las victorias y conquistas de Alejandro Magno, el dracma cruzó fronteras y se usó en varios reinos helenos. De hecho, se sabe que la moneda árabe, el dirham, recibe su nombre del dracma. Lo mismo la moneda de Armenia, el dram.

Si bien poder saber hoy en día el valor del dracma antiguo es muy difícil (el comercio, las mercancías, las economías no son las mismas), algunos se arriesgan y dicen que un dracma del siglo V a.C rondaría unos 46.50 dólares valor 2015. Más allá de eso, lo cierto es que incluso como pasa con las monedas actuales, no siempre se necesitaron los mismos dracmas para vivir o mantener una familia.

Se acuñaron también fracciones y múltiples del dracma en muchos estados. Por ejemplo, en el Egipto de los Tolomeos había pentadracmas y octadracmas. Así, resumiendo, podemos decir que el peso del dracma antiguo de plata rondaba los 4.3 gramos (aunque variaba de ciudad – estado en ciudad – estado). Se dividía a su vez en seis obols de 0.72 gramos, subdivididos a su vez en cuatro monedas pequeñas de 0.18 gramos y entre 5 y 7 milímetros de diámetro.

El dracma moderno

El viejo dracma, con su grandilocuente y poderoso nombre, fue re introducido en la vida griega en la primera mitad del siglo XIX, en 1832, poco después de la fundación del estado. Se lo dividió en 100 lepta, algunas de cobre y otras de plata, y había una moneda de oro de 20 dracmas con 5.8 gramos de este metal precioso.

En 1868 Grecia se suma la Unión Latina Monetaria, un sistema que unificó varias monedas europeas en una sola, usada por los países miembros, y que se mantuvo vigente hasta 1927. Desde que ingresó al grupo el dracma se volvió un equivalente en peso y valor al franco francés.

Pero esta Unión Latina Monetaria colapsó en la Primera Guerra y tras ese enfrentamiento, en la Nueva República Helena, se acuñaron otras nuevas monedas. ¿ Y qué pasó con los billetes? Los billetes emitidos por el Banco Nacional de Grecia circularon entre 1841 y 1928 y después, el Banco de Grecia siguió haciéndolo desde 1928 hasta 2001 momento en que el euro entra en escena.

¿Pero qué había en el siglo XIX antes del dracma? Una moneda llamada Fénix, que fue introducida poco después de que el país se independizara del Imperio Otomano. Es en 1832 que el fénix es remplazado por el dracma adornado con la efigie del rey Oto de Grecia, el primer rey griego moderno.

Como suele ocurrir cuando hay inflación, y Grecia ha tenido una historia económica bastante agitada, a lo largo del siglo XX han aparecido billetes con denominaciones cada vez más grandes.  Especialmente en tiempos de la ocupación nazi en la Segunda Guerra Mundial.

Pero siguiendo con la historia de esta famosa moneda, podemos hablar de un segundo dracma moderno que aparece precisamente tras la caída de los nazis. Liberada Grecia la inflación es galopante y solo se acuña papel moneda, de cada vez mayor numeración.

En los años ’50 entramos en un tercer período del dracma moderno, hubo una devaluación y valoración de la moneda y salieron de circulación los billetes de menor denominación. La tasa de cambio se mantuvo a razón de 30 dracmas por dólar hasta 1973. Si tenemos memoria es más o menos por entonces que se da la Crisis del Petróleo y empieza a cambiar la situación financiera, no solo de Grecia sino de todo el mundo.

Poco a poco, cada vez hicieron falta más dracmas para comprar un dólar y así llegamos a 2001, momento en que Grecia se une a la Unión Europea y el dracma deja de circular, suplantado por el euro.

La historia continúa, el mundo sigue enfrentando crisis, uniones y desuniones, el dólar reina, compite el euro, brilla cada vez mas el yuan, así que nadie puede asegurar que algún día la Unión Europea no se disuelva y el dracma vuelva a hacer su aparición en Grecia. ¿Tu qué crees?


Sé el primero en comentar

Deja tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

*